CARLOS SLIM ¿LE DEBEMOS PRESTAR ATENCIÓN?

Hay personajes en la historia que conocemos por diferentes motivos. Para no remontarnos demasiado recordaremos a gente cercana, contemporánea: a Gandhi, por su labor pacifista y libertadora, a La Madre Teresa por su generosidad y caridad ilimitadas, a Martín Luther King, por su lucha contra la discriminación. Y así podríamos hacer una gran lista de personajes que de una u otra forma nos han dado enseñanzas de vida, sin que durante su existencia en este planeta, se hayan puesto a decirnos cómo debemos actuar, nosotros, los mortales “de a pie”.
También hemos conocido la vida y trayectoria de hombres de éxito en el mundo de las finanzas, la tecnología y la ciencia como Bill Gates, Ford, Steve Jobbs y muchos otros de los que simplemente podemos tomar o no, ejemplos de perseverancia, fortaleza, oportunidad y trabajo.
Pero lo que me ha extrañado sobre manera es ver en internet, los consejos de Carlos Slim. ¿Tendrá la suficiente autoridad moral para darnos lineamientos de cómo debemos comportarnos durante esta crisis económica global? Y más aún, ¿de cómo deben comportarse las empresas en relación a sus empleados? Según este señor, cada quien debe apretarse el cinturón, reducir sus gastos al máximo, no prestarle a nadie, aunque sea a un amigo que esté jodido sin antes cerciorarnos que si no nos paga le podamos quitar hasta la cobija. Aconseja que quienes tienen su dinero en los bancos, ahí lo dejen, ¿por qué será? Algo similar, dice, deben hacer las empresas, las cuales ante todo, tendrán que reducir sus gastos, comenzando por despedir gente y dejar la absolutamente indispensable. Lo verdaderamente irrisorio es que el señor cumple con un antiguo refrán que dice: predica pero no practica. Basta “rascar” un poco en cómo este hombre se ha convertido en el segundo más rico del mundo viviendo en un país tercermundista y mono productor. El oportunismo y la explotación del individuo, del mexicano de buena voluntad y con familia que mantener, han sido la base de esta multimillonaria fortuna, sin negar, por supuesto, su astucia y su habilidad para aparecer como un samaritano, en un país, que por herencia, está acostumbrado a la dominación, vejación y a las migajas que el conquistador poderoso le quiere dejar bajo la mesa.
Las contradicciones de este individuo, son las mismas del actual gobierno. No podría ser de otra manera, si bajo su manto se cobija. Valdría la pena que quienes creen que sus consejos, a través de internet, son limpios y de buena voluntad, debe informarse con detalle, sobre el gran complejo comercial que Slim está construyendo por los rumbos de Santa Fe. Cines, pista de hielo, hoteles, boutiques de lujo, la tienda norteamericana Saks Fifth Avenue, de la cual es el tercer socio mayoritario, y todo lo necesario para que la gente NO se apriete el cinturón, sino para que consuma, consuma y consuma, inmersa en una irracionalidad en la que envuelve el brillo del confort, la diversión y el olor al dinero.
Por supuesto que argumentará, como “buen samaritano”, que su finalidad fundamental con esta magna obra es crear fuentes de trabajo. Nadie lo niega, pero ¿serán empleos con la misma tónica de los que tiene actualmente en el resto de sus negocios, en donde predominan los ínfimos salarios y jornadas propias de la colonia? ¿Se tratará de gente mirando todo el tiempo hacia arriba esperando las migajas que deja caer el “señor” a sus modernos esclavos?
Nos preguntamos: Porqué en un país, como lo dice el magnate textualmente en el texto que contiene sus “sabios” consejos “ con su economía no se puede hacer mucho para revertir lo que está sucediendo a nivel mundial pues, el tamaño de la misma es el de la Casa de Bolsa Lehman Brothers que se fue a la quiebra en los EUA”. Nos preguntamos, repito: ¿Porqué esa magna inversión , de más de doscientos veinte millones de pesos, no la dedica Slim a modernizar el campo mexicano, a colaborar para modernizar la educación y a crear fuentes de trabajo en las cuales el mexicano desarrolle su natural ingenio y se realice como ser productivo, creativo, y se sienta parte importante y fundamental de este país? La respuesta es simple: No habría dividendos para él y su aliado, el gobierno.

Margot Carrasquilla Múnera

01/01/09

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