BICENTENARIO Y CENTENARIO EN MÉXICO: DOS FARAMALLAS MÁS DEL CIRCO GOBERNANTE O ¿DEL GOBIERNO CIRCENSE?…

Me han llegado a mi correo particular, varios correos de gente indignada por el cinismo de nuestros gobernantes. Casi todos estos correos hacen alusión a los festejos del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución mexicana y todos coinciden en que no tenemos nada que festejar. Por el contrario, tenemos mucho de qué lamentarnos.  Basta con referirnos a algunos de estos motivos de tristeza y preocupación: Una guerra contra el crimen organizado que ha dejado miles de muertes de culpables e inocentes (hace seis días, en Tamaulipas, fueron asesinados 72 inmigrantes latinoamericanos que cursaban hacia el país del norte), guerra que sólo ha empeorado, en forma drástica, la inseguridad en el país; el incendio de una guardería, debido a la corrupción gubernamental, y que dejó 49 niños muertos y 72 lesionados de por vida; la pobreza en que vivimos el 85% de la población mexicana; el alza de impuestos, y alza desmedida de los productos básicos para que el pueblo pague «los platos rotos» de la mala administración gubernamental; el desempleo y el cada vez más socorrido empleo informal sin prestaciones ni seguridad social; la desaparición de los sindicatos democráticos y comprometidos con el pueblo; la apatía y desconsuelo en que está sumida la juventud que no ve futuro, y que ha dado lugar a los llamados «jóvenes nini» (ni estudian ni trabajan). En fin, la lista es de nunca acabar.

He querido trasmitir, en este espacio, el sentimiento de algunas de estas personas de las cuales he recibido correos, unos directos y otros reenviados.  Transfiero aquí, literalmente, tres de ellos:

El siguiente correo fue enviado por un comunicador y periodista de larga trayectoria en México y el mundo:

«Cancele, «Don» Felipe de Jesús Calderón.
Por Jacobo Zabludovsky
Se incendia el circo y el dueño en vez de salvar a los enanos vende boletos para la siguiente función. El símil con el gobierno mexicano no es justo porque los dueños saben dirigir sus circos, menester difícil si los hay, mientras que a nuestro gobierno se le hace bolas el engrudo y en medio del desbarajuste prepara los eventos más disparatados y costosos dizque para celebrar las fechas patrias.
Llegamos a escasos dos meses de ellas descubriendo que los encargados de preparar las conmemoraciones resolvieron su problema contratando a dedo, sin licitación alguna, empresas especialistas en mojigangas que se llevarán cerca de 3 mil millones de pesos (2 mil 971, para ser exactos). La partida mayor se le adjudicó a un señor Birch que anda por el mundo ofreciendo su “show”, maquillándolo según el comprador. En México fundó una compañía llamada Instantia Producciones para firmar los contratos. Otros 14 por un total de 447 millones de pesos se le darán, también sin licitación, a TURISSTE que, según la Auditoría Superior de la Federación , no tiene atribuciones para organizar eventos. Todo esto se viene sabiendo apenas, en medio del sigilo tenebroso, gracias a la labor de algunos reporteros.
Al publicarse esta maniobra el señor José Manuel Villalpando, jefe de la comisión de los festejos, dijo: “La crítica no me afecta, la envidia es algo muy mexicano. Si el artista fuera amigo tuyo dirías qué bueno que le pagaron, o sea, depende… Este recurso es poco en realidad, frente a los muchos millones de pesos que hay en el presupuesto nacional”. Eso dijo.
> A la carencia de imaginación y talento se une el despilfarro del dinero de los contribuyentes. La corrupción deja un tufo que envuelve todo este negocio. Es hora de detener el gasto ofensivo y el espectáculo que no por ser grandote deja de ser chafa. México no merece esta agresión artera.
Estamos en medio de una de las tragedias colectivas más dolorosas de los últimos tiempos. Las inundaciones han causado muertes y pérdidas materiales en la mitad de la República. La ayuda, como siempre, ha sido lenta y escasa Los daños son incalculables y las lluvias apenas empiezan. Los meses de agosto y septiembre suelen ser los más lluviosos. Con frecuencia el grito se da bajo un aguacero. Los meteorólogos pronostican próximas tormentas. Debe preverse que la catástrofe lejos de menguar crezca y lleguemos a las mentadas fiestas patrias en medio de una emergencia mayor. Ante la realidad y el peligro de que empeore, un gobernante sensato debería evitar todo festejo superfluo y todo gasto inútil.
Deben cancelarse hoy las fiestas especiales del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución. Debemos ajustarnos a la austeridad republicana, a la medianía cívica de la que habló Juárez y a la que ajustó su vida y la pública durante su gobierno. Celebremos como un pueblo maduro, no como aquelarre de nuevos ricos o de negociantes irresponsables. No podemos exagerar en las fiestas como si olvidáramos el sufrimiento de cientos de miles de familias. Y no hay que olvidar que las aguas cubren tierras castigadas por guerras contra el crimen organizado y narcotraficantes cada vez más violentos y todas las plagas ancestrales que empiezan con la extrema miseria de 40 millones de mexicanos.

Señor Felipe Calderón: el miércoles al despedir a la encargada de su Oficina de la Presidencia , Patricia Flores Elizondo, dijo al obsequiarla con ese florilegio de elogios con que acostumbra cesar a su colaboradores, que “impulsó la realización de proyectos especiales, como es el caso de la celebración del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución ”. No es disparate pensar, en consecuencia, que ella nombró al señor Villalpando. No deje que se vaya sola, don Felipe. Los funcionarios encargados de rescatar a las víctimas de las inundaciones se han quejado de falta de recursos. Somos convalecientes de una intensa y larga crisis económica, nos acechan tiempos difíciles también en lo económico. No celebre jolgorios escandalosos en medio de la desolación. Dedique ese dinero asignado al despilfarro a favor de quienes lo necesitan. Cancele = Suspenda el despilfarro.
Se me ocurre que la manera más inesperada y satisfactoria de rendir homenaje a los héroes y a la patria que nos dieron, sería anunciar un cambio debido a la adversidad acumulada sobre los mexicanos, un cambio de planes en el programa del 15 y 16 de septiembre. Cortar todo gasto innecesario. Nos ajustaremos al grito, la verbena, el desfile y las músicas y bailes. Sin excesos. Sin imprudencias. Como todos los años. No está la novia para tafetanes.
Los actos de buen gobierno no siempre son de hacer. A veces valen más los que se dejan de hacer a tiempo.
Por favor, Cancele.
Es la Opinión de millones de mexicanos conscientes».

Por último, les transcribo el correo de un ciudadano «de a pie» que representa,con mucho, el sentir popular:

«No estamos en tiempos de decir VIVA MÉXICO, ni de festejar nada, ni de ir aplaudirle al Ejercito, ni  a al Mandatario, Gobernante en turno, que no han podido controlar ni darnos bienestar. Ni mucho menos seguridad que es lo mínimo que deben hacer, para eso se funda el estado.

Así que propongo que este 15 de Septiembre no haya grito sino un gran silencio de enojo y reclamo.  Dejemos solos a los gobernadores, al (los)  mandatario(s) en sus respectivas plazas, que le den su grito al aire y a su familia y equipo de trabajo, que se lo crean ellos, no nos han servido absolutamente para nada, si se fijan sólo han aprobado las reformas que a ellos convienen ya sea para recibir más apoyos y/o votos. Cada día nos encontramos con un nuevo impuesto que estamos obligados a pagar, ahora nos encontramos con que tenemos que pagar por cambiar las tarjetas de circulación, porque las actuales no tienen la seguridad suficiente, esto no es problema nuestro, es de ellos que en el afán de seguirse enriqueciendo, ahora nos cobraran cada tres años mas de $200.00 por el cambio, échale cuentas de los vehículos que hay en D.F y te vas a asustar de la cantidad que se van a embolsar, mañana posiblemente nos obliguen a pagar por tener una identificación oficial, NO ES JUSTO, cada pueblo tiene el gobierno que merece, ¿TU CREES QUE ESTE ES EL GOBIERNO QUE MERECEMOS? No te quedes callado únete, hagamos algo, pero háganoslo YA
Únete de verdad a este movimiento histórico por el bien de tu familia, de tu comunidad, de tu estado, de tu vida y del país en que vivimos todos.

Este 15 de Septiembre. No va a haber grito,  va a haber silencio, por México.

Demos el grito y festejemos (si hay algo que festejar) en nuestras casas con amigos y familiares y al desfile ni pararnos por ahí, los reconocimientos que hemos recibido últimamente son un par de medallas olímpicas y el primer lugar en secuestros ¡que lo festejen ellos! LAS DIZQUE AUTORIDADES DEBERÍAN DE TENER MIEDO AL PUEBLO, NO EL PUEBLO A UNA BOLA DE RATAS, CORRUPTOS QUE SOLO VELAN POR SUS INTERESES ‘HAY QUE APOYAR, ES MOMENTO DE HACER ALGO’. ¡VIVA MÉXICO!, sólo que sin las farsas de los gobernantes y su grito de independencia en las diferentes plazas cívicas de todo el país. ¡Únete y circúlalo!»

En fin, en este México de mis amores  no se puede aplicar el refrán que dice:  «La voz del pueblo  es la voz de Dios».  La sordera a conveniencia de nuestros gobernantes, y la impunidad flagrante, son el «pan de cada día».

Margot Carrasquilla Múnera

30/08/2010